Quitando el aburrimiento [Jones, Vandervoort]

Tamborileé mis dedos en la pared, estaba comenzando a exasperarme. Aún así, mantuve esa postura esbelta, de espera con una mano en la cadera, pues claro, una Srta. Black siempre tenía que verse bien, era un signo de grandeza.

1,2,3,4…los segundos seguían transcurriendo, mis uñas sonaban con más frecuencia y en más altos decibeles. Enarqué una ceja, disgustada. ¡¿Pero a qué jodida hora se le ocurriría a Jacqueline aparecerse?! Habíamos quedado acá o al menos eso pensaba, y lo que pensaba siempre era lo correcto. Apoyé mi cuerpo en la pared, ayudada de una pierna, mientras mis brazos doblados descansaban sobre mi pecho.

La muy Jac abusaba de mi tiempo, sabía perfectamente que a ella no le tocaría un pelo con mi cruccio, no porque no pudiese o no me atreviese, pero no por nada era mi aliada desde el momento en que el sombrero dijo nuestras casas.

-Maldita- pensé con dejo bromista. Me había dejado aquí y ni un sangre sucia que se me cruzara por el camino como para quitarme el tedio del día o hasta siquiera que ella viniese.

¿Sin embargo qué acaso no le bastaba con que la semana haya sido sumamente aburrida que ni siquiera los bienvenidos comentarios del Porfesor Slughorn sobre mi ancestral linaje aristocrático lograban arrebatarme esas sonrisillas egocéntricas durante la clase? Refunfuñe una vez más, quitando los cabellos que tapaban mi rostro con una sopladita algo aniñada. Solo faltaba que me viniera con una tonta excusa como “me perdí por las escaleras movedizas” o algo así.

Escuché unos cuantos parloteos y risillas, volteé mi rostro inexpresivo. Solo se trataba de unos dos gryffindors, de primero juzgando por sus alturas. Una mirada fulminante fue lo que bastó para que ellos huyeran despabilados. Reí irónica: Casa de valientes ni pamplinas, todos débiles y presas tan fáciles que no brindaban un mínimo de diversión. Lo sabía, Sirius era un gran factor para mi odio a esos leones, pero yo no iba a dejar que alguien se enterase de eso y lo usara en mi contra. ¡Oh, no! Le era indiferente a ese traidor, aunque lo admitía, una riña con él de vez en cuando alegraban mi día. Cierta sonrisa socarrona y vengativa invadió mis labios, algún día me las iría pagar realmente bien ese desgraciado.

Jugué con mis bucles rebeldes de color castaño mientras que un taconeo coqueto se estaba oyendo por aquel pasillo.

Había ido al gran comedor a comer algo, raro en mí pero...tenía hambre.
Cogí mi libro favorito y fui a tomarme un poco de zumo y un muffin antes de ir a ver a Bella, con la que había quedado en la sala de trofeos en un ratillo.
Bebía mi zumo tranquilamente deleitandome con mi lectura cuando noté....mi...espalda mojada?????
Abrí los ojos como platos y me giré de forma brusca viendo a dos Huffles; una con un vaso medio volcado y la otra cogiendola del brazo. Al parecer iban haciendo gilipolleces y me habían bañado en zumo.
Me levanté y les bufé; en el gran comedor no les iba a hacer nada no....pero ya las buscaría ya.....

Me limpié como pude y tras agarrar mi libro salí del gran comedor en dirección a mi habitación. Miré la hora....Joder!!!! llegaba tardisimo, me había citado con Bell.
Corrý y me di una ducha rápida antes de ponerme un uniforme limpio.
Salí de mi cuarto como alma que lleva el diablo dirección a la sala de trofeos, sin importarme a quien me llevaba por delante. Cuando llegué a la sala estaba mi amiga cruzada de brazos y yo agitadisima.

--Perdona por tardar--dije aún faltandome el aire--2 estúpidas Huffles sangre sucia me han bañado en zumo y he tenido que ducharme!!!!!!--dije molesta y con rabia--Se han librado de que Mcgonagal estaba en el comedor pero vamos...a estas las busco y me las pagan--bufé muy molesta

Miré a mi amiga e intenté calmarme antes de ir a buscar a las 2 tejonas y arrastrarlas por todo el colegio cogidas por el pelo.

--Bueno cariño, como estás?? esta mini reunión se debe a que me echas de menos o a que....tenemos a alguien en la liesta negra??--pregunté con una sonrisa ladeada

Seguía cruzada de brazos, esperando a mi susodicha sly, algo aburrida, algo hastiada, con una mueca de desagrado. Había escuchado un taconeo, apresurado, pero con clase. Giré el rostro, más le valía ser ella o ya vería lo que le sucedería después.

Perdona por tardar- me dijo toda agitadísima, como si hubiera acabado de jugar un campeonato de quidditch. Comenzó a explicarme todo, lo decía tan rápido y sin ninguna pausa, a duras penas podía respirar, ya sea por el cansancio o la rabia que le inspiraba recordar lo acontecido. Me causó gracia ver como se disculpaba, yo continuaba con mi semblante inexpresivo, sin mayor emoción que la del aburrimiento. De acuerdo, ese día me encontraba más altanera de lo común con ella, pero es que simplemente a Bella Black uno no se le hacía esperar.

¡2 estúpidas Huffles sangre sucias me han bañado en zumo y he tenido que ducharme! Se han librado de que McGonagall estaba en el comedor pero vamos…a estas las busco y me las pagan.


Esa vieja arrugada, siempre defendiendo a sus sangres sucias- dije asqueada volteándome hacia la sección de los trofeos, todos pertenecientes a la casa de Salazar, aquel aire egocéntrico animó mis facciones nuevamente.- Ahora con esta nueva onda de la igualdad, todos creen que deben estar a tu altura- patrañas y más patrañas que se creaban para hacer mejor sus existencia.

Me arreglé un poco el cabello, poniéndolo detrás de mi oreja, aún mirándome en el reflejo dorado de los premios.- ¿Alguien en la lista negra, eh?- pregunte curiosa, mientras que una sonrisa pícara se asomaba por mis labios.- La verdad que no, querida. Hoy día puedo tomarme libertades y no ser tan estricta en mis elecciones- refiriéndome a los que victimizaríamos -. Mientras más griten y se enfurezcan supongo que será lo mejor por ahora.- la miré intrigante- ¿O es qué tú ya pensaste en alguien?


[Off:Jackie, querida, disculpame por el trato de Bells hacia ti u.u...es q la tipa se cansaba de esperar paradita...]

Resoplé aún molesta por lo ocurrido, estúpidas puffas que me habían bañado y asentí rodando los ojos cuando comentó que la vieja arrugada siempre estaba intentando defender a todo el mundo.
Alcé una ceja cuando nombró lo de la igualdad y negué resoplando.
--Digan lo que digan, no pueden comparar a un sangre sucia con gente que descendemos de grandes linajes de magos y que nos hemos criado con la magia.....
Al parecer hoy mi amiga no tenía nadie en mente a quien fastidiar , pero yo si...hombre que si!!!
--Pues si, en la lista negra tienen que estar esas 2 puffas de 6º a las ---que hay que hundirles la vida. Mal nacidas que me han manchado entera-bufé llena de rabia- Piensa alguna putada venga--dije apoyandome contra una vitrina



off: Tranqui entre amigas a veces es normal tener riñas xD Perdón por tardar estaba esperando que contestara la otra chica u.u

Ella bufó enfadada. Sabía que tenía a esas puffles en mente- Ya, querida.-le guiñe el ojo, divertida.- Sé lo que estas pensando.

Suponía desde un principio que mi compañera iba a ir por ellas sin dudarlos o no por nada se llamaba Jac y nadie se metía con ella…ni por accidente. Oí que eran de sexto, lancé una risilla muy bajita, casi escondida entre los labios. Hasta ya había investigado de qué grado eran, me costaba no creer que aún no supiera sus nombres o alguna cosa más para hacerle la vida miserable…si es que ya no era de por sí malo pertenecer aquella casa (pero bueno…alguien tenían que ser la mano de obra de la nobleza mágica.)

Tejoncitas- dije con mofa- Pequeñas criaturas muy chillonas haciéndose los fuertes.- las describí con malicia y con esa típica sonrisa que mostraba cuando algo comenzaba a maquinar y es que aquellas niñas cumplían con el requisito de hoy.

Pues, primero hay que encontrarlas. Vamos a buscar en que madriguera se están escondiendo.- y es que lo íbamos a hacerlo como usualmente lo hacíamos: con clase, Srta. No éramos el grupito de los merodeadores para hacer alguna tontería así no más que significara puntos de rebaja para nuestra casa. Teníamos nuestras mañas que definían ser una Black y una Vandervoort.